20 de octubre de 2010

Sus pasos

Andaban, ¿andarán todavía?, por la vieja despensa los envases que la madre fue reuniendo para guardar las alubias y los garbanzos y las lentejas y el azúcar… Allí seguían aquellos recipientes, testigos de infancias, de ahorros, con el aroma aún impregnado de una mujer organizada, de una eficaz gobernadora de su casa:
- Madre, ¿dónde están los moldes?
- En su sitio.
Aquel “en su sitio” sonaba con mucho retintín.
- El que guarda, halla.
Y en aquella casa se hallaba de todo y hasta el edificio, definitivamente remodelado, guarda el retumbar presuroso de sus pasos de mujer poderosa. Algunos aún los oyen.

19 de octubre de 2010

El recuerdo

La cañería del tiempo gotea, dejando aquí y allá manchas de luces y de sombras y de lugares inanimados y mudos que, en su día, tuvieron un guión que anda extraviado por nuestra cabeza. Las fotos son goterones escapados también de esa atarjea que todo lo engulle y se lo lleva. Las escenas que un día, alegremente, se captaron para el recuerdo, aparecen inopinadamente y nos muestran, mansas y mudas, que en recuerdo se convirtieron definitiva y tristemente. Y uno comprende lo deprimente de comprobar que las cosas lleguen indefectiblemente a ser aquello para lo que, en definitiva, fueron hechas.

14 de octubre de 2010

Fabricando héroes

El rescate de los mineros chilenos ha sido un éxito. Todos, el mundo entero, nos alegramos de que estos trabajadores hayan salido de ésta con vida.
El empeño actual del gobierno chileno en rescatarles promete preocupación por la minería, compromiso con la seguridad de los mineros e incorruptibilidad frente a esta industria en el futuro. Pero seguramente si este empeño, compromiso e incorruptibilidad lo hubiera venido ejercitando desde hace muchos años, no hubiéramos tenido estos 33 héroes a la fuerza. El hacer de la necesidad virtud y sacar, además, pecho, no está bien. No obstante, mejor héroes que muertos.

12 de octubre de 2010

San Julián el Tranquilo

San Julián el Tranquilo vivió, hace unos ochocientos años, en una gruta natural de la hoz de un río. Allí, con su fiel siervo Lesmes, hacía ejercicios espirituales y fabricaba cestillos de mimbre para los necesitados. Luego, fue obispo.
La leyenda no da más datos ni falta que hacen. Me agrada la idea de que los santos llegaran a serlo por cosas tan simples como extraordinarias y sé que el indagar sólo lleva al descreimiento, a la decepción y a la tristeza. De los santos conviene sólo saber lo necesario. De obispo, ya se sabe, haría cosas rutinarias.

Pequeña crónica de otro 12 de octubre

La Fiesta Nacional, que no son los toros como tantos creen, se ha celebrado hoy encarnada en el tradicional desfile. Políticos, ejército y familia real, han sabido estar, guardando formas y decoro; y el pueblo, que para eso paga el espectáculo, ha gozado aplaudiendo, abucheando o pitando a los distintos participantes. Los analistas han echado de menos la bandera venezolana, pero también han faltado las de Afganistán, Somalia, Bosnia, Líbano, que tanto nos deben, y las de países entrañables como Marruecos, China, USA y el mismo Vaticano. En resumen: pitos y palmas. Pura convivencia. Una fiesta más de la democracia.

8 de octubre de 2010

Dolores desconocidos

En el rincón más íntimo de nuestra consciencia habita el habla en que nos impregnamos de niños, el habla verdadera. Las otras hablas adquiridas se ubican donde pueden, colgándose de lóbulos, cisuras, circunvoluciones y otras geografías cerebrales. Para los sentimientos sólo el habla profunda nos da la expresión justa. Así que, el que sufre, sufre doblemente cuando su sufrimiento viene, precisamente, por no poder usar su lengua o por haberla dejado perderse. Para entenderlo enteramente hay que pasarlo. Los castellanos, para nuestra fortuna, jamás lo padecimos y, por eso, nos cuesta hacernos cargo, imaginarlo y, a veces, aceptarlo.

Hablando contigo

Y cuando los amigos se marchaban, yo seguía queriendo hablar contigo.
Hablar contigo como siempre, sin prisas, antes también de que llegaran.
Lo más importante y serio de mi vida ha sido y es hablar contigo.
Ahora que todos se han ido o están lejos, o muertos, o desaparecidos, y casi estamos solos como niños, me sigue acompañando, como siempre, hablar contigo.
Y me imagino, cuando ya me dé igual marchame que quedarme, hablando contigo, si es que puedo. Y hablando espero despedirme de ti si no te me adelantas y, en la conversación, te callas tú primero, mi querida.

7 de octubre de 2010

Las cosas de atrás

Escribiendo de cosas de atrás descubro algunos, cada día menos, rencores antiguos que guardaba al camino que me trajo hasta aquí. Y me hago la ilusión de que, si no los tuviera, sería señal de que mi vida habría discurrido de otro modo, presumiblemente más gozoso. Pero no. Son cosas tan inevitables como las enfermedades, que todos nos quejamos de las que acudieron y ninguno de las que faltaron. Sin enfermedades ni rencores no habría defensas ni historia. Así que bienvenido sea el recuerdo de aquello que fuimos porque, nos guste o nos disguste, no tenemos más que esa memoria.

Los primeros años

Estaba recién casado.
- ¡Ay, los mejores años! ¿Cuándo vais a estar mejor?
Estaba convencido de que, seguramente, después de los primeros años.
- Huy, no te creas. Los primeros años son los mejores.
Los primeros años era un tiempo variable. ¿Cuántos años son los primeros años?
Podría ser que los primeros años fuesen todos los años y que las parejas estuvieran esperando que pasaran los primeros años para ser más felices o más desgraciados y que los primeros años no pasaran nunca o que, una vez pasados, como en un descuido, ya no se pudiera hacer nada.

6 de octubre de 2010

De peleón a pijo

-Se ha terminado eso de venir aquí a beber vino como las mulas agua. Que sepáis todos que la Taberna del Pelos acaba de convertirse en la vinacoteca Temple of Bacchus. Desde ahora tendréis que tener en cuenta las añadas, el ciclo vegetativo, la ejecución de la vendimia, la crianza, las notas de cata, los matices, el retronasal, el maridaje, las temperaturas y los aromas de los caldos. ¡Eso, como mínimo! –dijo el ahora sommelier Tinín.
- ¡Huy, copón! –dijo el Pilarón- ¿También las maromas?, anda Tinín, damun botellín que me sa puesto asín como una cinta en la cabeza…

5 de octubre de 2010

Uso de razón

Y también me acuso… de haberle dado una pedrada a San Sebastián.
Lo confesó muy contrito porque había cumplido siete años y le habían dicho que ya tenía uso de razón, aunque él aún no hubiese notado nada. Sin embargo, cuando el día anterior apedrearon a la salida del colegio el friso de los arqueros romanos asaetando al mártir, los verdugos recibieron las pedradas como de costumbre. Mas él, sin querer, marró y descalabró al santo.
¡Ahí va!, ¡pecado mortal! –sentenciaron los demás a coro.
Y ya no se te perdona, por el uso de razón -ratificó el más listo.

Heradio el sordo

Don Emérito disfrutaba en la sección de cartuchos de su ferretería. No se cansaba de exponer con precisión las características de la munición. Explicaba vainas, cargas, tacos, pólvoras, culatines, fulminantes, pesos, plomos, choques y, sobre todo, esa maravilla del calibre. Ese fraccionamiento de una plúmbea libra inglesa para obtener de ella 12, 16, 20 ó más cargas, dando lugar consiguientemente al diámetro del cañón en la boca del arma. Aquella mañana absorto en ello estaba, ante un grupo de admirados clientes, cuando entró Heradio el sordo:
- Una caja cartuchos.
- Por favor, ¿características, calibre?
- Sí, sí, pa liebre, pa liebre.

30 de septiembre de 2010

Caballero huelguista y hombre de bien

Como muchos, he ejercido diariamente mi derecho al trabajo durante décadas y eso no crea problemas, excepto de salud. El derecho de huelga no puedo ejercerlo así pues, al parecer, es colectivo en primera instancia, y se ejerce luego, a voluntad, un día o dos cada década. Suele venir la huelga, si es general, por el desprecio a los derechos de la mayoría por parte del poder. Sin embargo, se ha llegado a la bonita paradoja de que los huelguistas deben respetar los derechos individuales de todos. Como si los gobiernos jugaran limpiamente y esperaran del huelguista idéntico fair play.

29 de septiembre de 2010

Un arma arrojadiza en la sacrosanta cámara de la palabra valenciana

Cuanto más leo, veo y escucho los medios, los de información digo, más me admira el caleidoscopio de noticias variopintas e irrelevantes, en su fondo y en su forma, que éstos nos proporcionan. Casi todas tan efímeras como el agua jabonosa que escapa diariamente por nuestras tarjeas. Imagino que, las breves, amenas, chocantes y poliédricas noticias que nos llegan, terminan por entontecernos más aún que aquella censura de antaño, avivadora del ingenio, aunque los medios se empeñen en darnos, a cambio, una gozosa pero improbable ilusión de libertad. ¡Cómo se han sofisticado los informadores!, y no lo digo por alabarles.

Tecnología y medicina humana

El equipo médico recibió al viejo. Les describió, visiblemente asustado, todas las alarmantes anomalías que sentía en su cuerpo tras aquella operación de alto riesgo.
El jefe del equipo, tras escucharle paciente y atentamente, dijo:
- Es la pila. Tiene usted que tener paciencia. No nos queda sino esperar.
Cuando el viejo salió de la consulta resignado y convencido por la sucinta explicación del cardiólogo, el cirujano adjunto se dirigió al jefe:
- No sabía que le hubiésemos implantado una micropila cardiaca reguladora.
- No lo hemos hecho.
- ¿Entonces, qué pila?
- La pila de años que tiene.

23 de septiembre de 2010

Al Machistre Labordeta

Paralelamente a aquella influencia extranjera surgieron los cantautores en los 60. Eran como esperpentos impresionantes y aislados salidos de aquellas tierras abandonadas que iban para el olvido, tan perdidas como añoradas. Se hicieron representantes de los olvidados que envejecían sin remedio ni relevo en los pueblos esquilmados por la vorágine del desarrollo. Fueron voceros de vencidos que poco a poco querían recuperar la voz siquiera. Así surgieron aquellos cantautores inesperados y anárquicos como profetas, de letras duras, de letras tiernas, de letras entrañables, que a unos hacían pensar, a otros recordar, a otros sufrir, y a muchos anhelar la libertad.

¿Huelga general?

El gobierno y los sindicatos en equipo, en plan colegitas, han terminado gozosamente de diseñar la huelga general ¡Qué dulce e irreal complicidad sin sentido! Entre tanto, los políticos, insensibles a todo lo ajeno, además de pelearse con sus respectivas oposiciones, luchan por el poder entre ellos. Los ciudadanos hemos olvidado ya quienes provocaron esta crisis. Los medios de comunicación se han encargado, con efectividad, de pasarnos la pelota a todos y reina entre nosotros un sentido absurdo de culpabilidad y de resignación ante lo irremediable. Estamos como corderitos dispuestos al degüello, y, los corderitos, nunca hicieron una huelga general.

15 de septiembre de 2010

Con matices

Hoy, hace 75 años, se promulgaron las Leyes de Núremberg que diferenciaban entre alemanes puros y judíos con unas tablitas como aquéllas en las que estudiábamos de pequeños las Leyes de Mendel sólo que, en vez de con guisantes o ratones, con personas. Claro, eran los nazis.
Hoy ese presidente francés, con nombre de tumor maligno, se las arregla para deshacerse de las campas miserables de gitanos rumanos. Me pregunto si la historia, con matices, no se repetirá y, tantos años después, el ambiente de esta opulenta Europa no empieza a apestar nuevamente a racismo y xenofobia. En España, también.

9 de septiembre de 2010

Pepito, el dinosaurio exquisito

Ha aparecido un dinosaurio con joroba en Cuenca. Muerto, naturalmente. Y parece que lleva en tal estado unos ciento veinticinco millones de años sobre poco más o menos. Cavilan, los científicos, sobre las razones de su excelente estado de conservación, que han llegado a calificar de “exquisita”, palabra que no había oído yo aplicar a estos hallazgos. Se trata de un Concavenator Corcovatus al que, para abreviar, han decidido llamar Pepito. No les quito yo a los científicos ningún misterio pero, para mí, que no hay que buscarle tres pies al gato: es el primer dinosaurio incorrupto de la historia.

7 de septiembre de 2010

La nana del miedo

Mi madre me acunaba de pequeño.
- ¡Ay, mi niño!, que le prefiero bruto y sano, ¡ay, mi niño!, que le prefiero tonto y bueno.
Con aquellas voluntades de mi madre, celosa del principal mandato de la carne: preservar a su rorro, me crié obedeciendo a mis mayores, pensando que, por el hecho de serlo, ya eran buenos. Y así fui tonto porque me lo inculcaron, y los mayores me llamaban bueno pero, cuando los cantos se acabaron y hombre me hice, aquella bondad no me pareció sana y, para redimirme de bruto, hube de tropezar más que las bestias.

Ensayito sobre la sordera

Me estoy quedando sordo. Seguro que el hábito de no escuchar me está llevando voluntaria e inexorablemente a la sordera. Mis qués son cada vez más reiterados.
-Que no os engañe, es que no escucha –dice un sagaz amigo.
Y yo, sin confesarlo, estoy con él. Prefiero ese aislamiento, indolentemente disfrazado de sordez, a la depresión, la estupidez, o la sapiencia inoperante de tanto televisivo marisabio.
Y cuando los apacentadores de nuestros ánimos perdidos se llaman mutuamente irresponsables, es mi sordera aislante burbuja salvadora. Porque la política, mucho más que el tabaco, también puede matar. Sobre todo, cualquier ilusión.

6 de septiembre de 2010

Cada día más mandangas

No logro deshacerme de la vieja idea de que los perros son animales. Y no de compañía, como se les llama ahora, sino animales animales, de cuando se hablaba de personas y animales poniendo por medio una distancia. Siempre viví en casa y los perros lo hicieron en el corral y fue sólo el bendito campo nuestro común lugar de esparcimiento, allí nos divertíamos y hasta dejábamos abono donde nos petaba. Nos acompañábamos mutuamente, nos ayudábamos, nos divertíamos y nos guardábamos afecto pero, oye, no comprendo esa mística veneración que a todo el mundo le ha entrado con los canes.

4 de septiembre de 2010

Empresa modelo

Están enterrados en una mina descuidada.
Si hubieran muerto, estarían olvidados.
El rescate costará lo que los 33 no ganaron ni ganarán en su vida. Pero, qué ocasión de lucimiento.
Piden alcohol. Auxilio sí, alcohol no, que los vicios son necesarios para habituarse a morir, pero no para salvarse.
En una cuestión de humanidad y a los hombres, a humanos, no nos gana ni Dios. Y la liberación será retransmitida para que esta virtud quede patente.
Sí a la vida, siempre. Codicia no, nunca. Somos grandes, que el mundo lo sepa. Y, los responsables de todo, saldrán en la foto.

2 de septiembre de 2010

Un anticipo de la muerte

Es un placer cuando, momentáneamente, se anhela. Pero, la soledad, es una desdicha que sólo tiene parangón con el vacío. La soledad es una concatenación de pérdidas. La soledad puede ser fortuita, a veces; natural, otras; e incluso, de cuando en cuando, merecida, lograda a fuerza de desatinos, o inopinada y terrible, por volubles e inesperados abandonos; pero, en cualquier caso, la verdadera soledad es irremediable, progresiva e irreversible como el mismo proceso de la vida. Porque la verdadera compañía no se improvisa y, como el amor, es un milagro que, raras veces, se tiene la sensación de merecer.

29 de agosto de 2010

Villa Apolo (La casa Rúa)

En la hoy desolada Villa Apolo se escucha la ausencia. La explanada delantera yace desierta de fiestas ofrecidas al caer tibio de la tarde, prolongadas en el fresco seno sereno de la noche. Sus garitas morunas añoran a aquellos esbeltos centinelas. La piscina es un ataúd de aire, la pista de tenis, una manta ajada de rayas desvaídas. La torre vigía, bruja gris, guarda el misterio de la huida de aquella gente acomodada que habitó la mansión y que, un aciago día, se sintió irremediablemente repelida por un aterrador secreto que nadie llegó a conocer. El olor del pánico existe.

23 de agosto de 2010

Ya no mola lo incorrupto

Veo filas de españoles besando, tocando y fotografiándose con la copa del mundo ganada en buena hora por, la de fútbol, nuestra selección. Se está llevando, el dorado símbolo de nuestra mundial supremacía, de pago en pago. Algunos lloran.
Y me recuerdo, fervoroso infante, besando con unción, del brazo incorrupto de Santa Teresa, la hornacina, ocasionalmente prestada por el Caudillo a mi ciudad. Y pondero: hoy España adora al ídolo de oro, ayer lo incorruptible. Y proclamo con esta derecha, mano sobre el pecho doliente: pobre España, traicionando el ejemplo de aquel, experto en incorruptibilidades, y supremo, aunque devoto, mandatario.

21 de agosto de 2010

Club de Fumadores de Alta Montaña

Por favor, sea civilizado, no irrite a sus conciudadanos. Éstos ya están suficientemente mortificados por la contaminación que les regala cotidianamente la era industrial, acosados por óxidos, monóxidos, dióxidos y peróxidos, hundidos en el averno del azufre, cloro y nitrógeno urbanos, morando entre las poluciones más civilizadas. No sea para ellos un motivo añadido de desasosiego. Disfrute del aroma de ese veneno, libremente elegido, en un ambiente puro, limpio, sin mixtificaciones. Venga a nuestro Club de Fumadores de Alta Montaña. Busque la armonía, porque, aunque también el tabaco mata lentamente, nuestro club es, al menos, un lugar sin prisas.

20 de agosto de 2010

Banderita tú eres roja, banderita tú eres gualda

Acostumbrado, de toda la vida, a ver la bandera nacional sólo en los cuarteles de la Benemérita, viajaba, asombrado, por las variopintas tierras de la España vertebrada, flotando en banderas. Las había en casa esquina, en cada azotea, en cada balcón, en las antenas de los coches, en los carritos de los niños de pecho… y me decía: el país entero se ha echado a la calle, el pueblo se ha hecho con el poder, los políticos huyen avergonzados… pero enseguida me sacaron de mi enajenación aquellos originales cánticos, profundamente telúricos: ¡Campeones, campeones, oé, oé, oé! Fue un espejismo más.

19 de agosto de 2010

Regalos de moda

Mira, chica, no sé qué decirte de estos regalos de moda: que si un fin de semana en un alojamiento rural en las chimbambas, que si un balneario decimonónico, que si un lote entero en un spa, que si una sesión con un masajista negro...
Y es que la gente parece que no se da cuenta de que, con esos regalos, lo único que hace es sacarte de tus casillas, y ya, no me digas con lo del negro, es que al momentito comprendes con toda claridad que, o no paras de darle conversación, o terminas echando un polvo.

18 de agosto de 2010

Viajes y dudas

Volviendo de un viaje indefinido de cincuenta días, uno no sabe si vuelve más despabilado que cansado, más conocedor que aburrido, más cargado que vacío.
Tiene, la ilusión, un vestido de variedad, como también lo tienen los engaños sutiles, esas informaciones fugaces, breves y variadas, con las que nos distraen diariamente en las televisiones. Y uno se dice si viajar no será lo mismo: pasar de un sitio a otro sin profundizar, con la falsa ilusión de haberlo conocido, y constatar que allá se estuvo y ya es página pasada en la lista de lugares del archivo digital.