9 de septiembre de 2011

Volando voy

Sones de la guitarra que mudáis los vientos,
voces al cante que paráis la tierra,
castañuelas y palmas que movéis relojes
y bailaoras que encantáis culebras.
Dejadme subirme con vosotros
a ese potro salvaje del flamenco.
A ése que sólo se deja acariciar por los gitanos,
a ese potro que respira lamentos.
Que, aunque yo nací payo,
quiero volar también al firmamento.

7 de septiembre de 2011

Ceniza y paja


- ¿Hay amor más bello que el amor de toda la vida?
- ¿Cuánto tiempo estuvieron casados?
- Estuvimos casados siempre. Él era un hombre grande, poderoso, como deben de serlo todos los hombres. Y me amó y yo le amé hasta morir. Pero dos años no son consuelo para mí. Siempre le guardaré luto. Era la razón de toda mi vida: un hombre bueno.

El luto del amor es siempre paja.
El resto del cariño son trigales segados.
El humo de la desolación,
de los montes quemados.
Ceniza y paja.
El luto del amor es ceniza y paja.

Cubata

El barman, después de añadir el Bacardí a los cubos de hielo, vierte la Coca-cola suavemente y agita con dos toque certeros la mezcla con una aguja gruesa de metal. Y, antes de echar en la ancha copa la cuña de limón, roza metódicamente con otra corteza todo el borde.
-        Eso es un detalle muy profesional –dice el cliente.
-        Es para que, cuando metas los hocicos, te dé el tufo –dice el escanciador como el que da las buenas tardes.
La dueña, que no ve la hora de que se le venza el contrato, mira al cliente y suspira.

Al pie del viejo olmo de Campos

Aunque la curiosidad no pueda sustituir a la memoria, os presto esta memoria de un cartel perdido pegado a un olmo muerto.
El pueblo es pequeñito pero, en lo que fue su ayuntamiento, sus entusiastas pero contados vecinos tienen una asociación cultural que se llama “El Viejo Olmo” y también una cuidada biblioteca.
Campos está en Teruel y es un lugar encantador, sobre todo, para quienes nos empeñamos en ir donde van pocos.
El mundo está lleno de sitios sorprendentes y de gente generosa y sencilla, apegada a su tierra. Por fortuna aún existen lugares como éste. ¡Teruel existe!

1 de septiembre de 2011

Poema en Campos

Alfonso, que firma Alfonso a secas y es poeta en Campos (Teruel), ha escrito en el esqueleto de ese olmo:
“A la memoria de los olmos,
a los viejos olmos,
a los que sobreviven,
a los olmos muertos.
Disteis cobijo a los pájaros,
sombra a los hombres,
frescor al suelo.
En vuestra memoria,
en vuestro recuerdo,
milenarios compañeros.”
Y cuando los caminantes pasan, lo leen y, emocionados, continúan andando en dirección al pueblo medio despoblado. No esperaban encontrar tanto en tan grande soledad.

31 de agosto de 2011

Mirandés

Que nadie se confunda que, en Miranda, no se habla el portugués, aunque tampoco se prohíba el hablarlo, ni mucho menos. Aquí se habla el mirandés desde siempre que, aunque sea del portugués un primo hermano, como también lo son el gallego, el castellano y otras lenguas, cada uno en su morada y, luego ya, Dios y la Santiña en la de todos.

11 de julio de 2011

La jauría de los recuerdos

El abandono de los recuerdos no sucede y, sin quererlo, permanecen. Son, originalmente, un ejercicio más de la memoria, pero proliferan y, paulatinamente, le comen el espacio al futuro.
Nacemos salvajes, sin recuerdos. Pero vivimos como presas a las que cada vez persiguen más perros. Nos imaginamos capaces de dejarlos atrás, pero su número va siempre en aumento. Descubrimos, repentinamente, que escapar parece tarea imposible porque los perros del pasado son tantos, que nos acosan y nos desgarran los cueros de alma por demasiados sitios. Y es difícil imaginar que encuentres, por delante, algo que no hayas dejado ya atrás.

1 de julio de 2011

Viajes anárquicos

El estímulo de viajar sin rumbo me ronronea dentro. No sé adónde voy, cuándo llegaré, ni el tiempo que estaré; tampoco las razones para mudar de sitio. Estas correrías, regidas por cosas imprecisas, atrapan. Las similitudes, a veces, me hacen creer que estoy en lugares conocidos. Pero, hasta eso, le da interés al viaje.
Tengo una cámara capaz de hacer portentos pero, luego, la uso para hacer fotos normales que, muchas veces, únicamente tienen sentido para mí. Se acabó el ordenador: un cuaderno y un boli bastarán. Erráticas, como murciélagos, esperaré que vengan las ideas, quebrando las noches de verano.

27 de junio de 2011

Maestro

Cuando dije:
-        Maestro, ¿en qué puedo creer?
Él me dijo:
-        Tienes muchas teles para escoger.
Cuando mi infantilismo me incitó a preguntar:
-        Maestro, ¿qué alternativa debo abrazar?
Él me dijo:
-        ¿Es que acaso no te basta tanta publicidad?
Pero yo, impenitente, insistí:
-        Maestro, ¿qué me debe regir?
Y, entonces, él me dijo:
-        Eso es asunto que te toca decidir.
Y yo dije:
-        Maestro, entonces, ¿para qué me sirves?
-        Para que aprendas a no necesitarme –dijo el muy cabrón. Y, con aquellas palabras, me destetó para la vida.
Yo me quedé pensando: “No sé, no sé… Estos jodíos orientales.”

26 de junio de 2011

Sin palabras

Sin saber qué decir,
callo y te miro.
Y no me inquieto,
cansado, como estoy, de oír tantas palabras,
de escucharlas monótonas, memas, reiteradas.
De oír siempre lo mismo,
tengo el alma encallada.
Sin saber qué decir,
te miro y callo,
porque de escuchar a las bocas repetirse
me siento fatigado.
No deseo que quieras
escuchar de mis labios
palabras ya mil veces pronunciadas,
escuchadas por los voluntariosos en oír,
repetidas por quienes no saben qué decir.
Déjame acompañarte en silencio,
sin conceptos abstrusos.
Que el pensamiento vuele
y remonte, como siempre,
a las palabras vaciadas por el uso.

25 de junio de 2011

Palabras yermas

A la justicia, idea interna con un sonido de infinito, la hemos ceñido el talle, y va por ahí vestida a conveniencia, la pobre, con el traje a medida de la legalidad. Utilísimo para los negocios.
La democracia, esa creencia incuestionable y salvaje en la igualdad, está enjaulada en las mazmorras de los grandes partidos. Domesticada, sirve al mercado.
A las cosas terribles las hemos bautizado con nombres aceptables. Y cada día se desvanecen más palabras, se esfuman sus conceptos por ese convenio hueco que mata a sus hijos, los significados, que son el único fruto verdadero de su vientre.

24 de junio de 2011

Del pantalón corto al largo

A mis compañeros de 2º de Bachiller deseándoles buena suerte (de arriba a abajo y de izquierda a derecha): Jesús Gilaberte, Ángel Luis Robisco, Rafael Boué, Forest, Jonás Picazo, Obispo, Ramón Salguero, Fernando Aguado, Andrés Colmenar, D. Benedicto (el cura salesiano), Wenceslao Pérez, Juan Julián Peiró, Salvador Sánchez, Tomás, José Luis Rodríguez, Francisco Javier García, Manuel López, Braulio García, Pedro Olmeda, Carlos López, Rafael Magro, José Luis Cámara, Granizo, Julián Juanas, Eloy Gil, Lucio Calvo, Gustavo Felipe y Fermín Saez.

Entonces los muchachos pasábamos del pantalón corto al pantalón largo en una etapa no muy bien definida que duraba más o menos un año. Todos, naturalmente, hechos ya unos mozalbetes, queríamos abandonar para siempre la prenda que nos aniñaba. ¿Quién no quería ser mayor, vestir como un hombre? Pero la reticencia de los padres a no perder, al menos simbólicamente, nuestra tutela; y la de las económicas madres, a no prescindir de unas prendas que aún nos valían, retrasaron nuestra puesta de largo. Esta foto muestra un momento de aquella transición.

12 de junio de 2011

Sobre el papel

Papel,
blancor ciego,
asilo de palabras,
plantel que está esperando,
sábana virgen ansiosa de bordados,
lienzo que puede valer para sudario
o para lecho amoroso de una desposada.
Eres frontón de pared enjalbegada donde rebotan letras.
Eres factura inaplazable a pagar cada día, con palabras.
Papel, en ti navego cotidianamente apenas me despierto.
Es mi débil balsa una hoja blanca,
dejo en ella marcas oscuras dibujadas,
tan débiles, someras y delgadas
que inmediatamente se evaporan,
dejándome, cada mañana,
solo contigo,
papel.

11 de junio de 2011

Poesía de andar por la calle

Una inesperada compañía siempre tiene, por inusual, algo de poesía. El monólogo inconsciente del caminante preocupado, la sonrisa del imaginativo o la mirada imprecisa del absorto, quizás oculten poemas velados por la brutal inercia de los días. También las peticiones mudas, las anónimas miradas casuales o la atención fugaz de los extraños tengan que ver algo con la lírica. Y, porque tenemos olvidado que pueda suceder, no vemos, casi nunca, como los versos vivos pasan a nuestro lado, ajenos a la rima. Porque, la poesía, lejos de vivir en los libros donde la encarcelamos, anda por ahí, a la deriva.

10 de junio de 2011

La abuela del pueblo de las mujeres con nombre de flor

La abuela Narcisa tuvo muchos oficios de mujer: criada, tabernera, verdulera, tendera y cuidadora, compatible todos con atender su casa. Casóse, parió y enviudó. Vivió 94 años.
Una vez vi que leía “El extranjero” de Camus.
-        ¿Te gusta?
-        Parece que no lo digiero muy bien.
-        Pero, tú, ¿eres atea?
-        Yo qué sé si soy tea o atea. Voy a misa con mis amigas y me lo paso bien.
Ante las escenas de amor que veía en la tele decía jocosamente:
-        Siempre me dices lo mismo.
Cuando hablaban los políticos, sonreía incrédula:
-        Por no ver visiones, me acuesto a las oraciones.

6 de junio de 2011

La generación perdida


Hemos perdido, sin saber cómo, a una generación, dicen los medios. Y parece un titular brillante. Como si una generación fuera un paraguas, que pudiéramos dejar tirada en cualquier sitio.
¿Cómo se puede haber perdido a la generación más preparada?
Es mentira. Hemos perdido, sí, la confianza en los políticos. Ellos son, con certeza, esa generación perdida, pero perdida voluntariamente, porque no han cuidado más que de sí mismos. Ellos son la generación degenerada, ellos sí que son un hatajo vergonzoso de perdidos.  Pero, los pobrecitos, están ahora muy preocupados, preguntándose si tendrán coches oficiales. Generación perdida, ya lo digo.

5 de junio de 2011

Vivir para nada

(Foto tomada del periódico Guadalajara 2000)
¿No soñaste alguna vez, de joven, con llegar a saber cómo funcionaba el mundo? A mí, sí me pasó. Y, como todo lo que se ansía vehementemente, paulatinamente se fue cumpliendo. Hoy no sé si ocurrió por mi decidida voluntad o, simplemente, por el transcurrir del tiempo y de los hechos, o por esa mezcla de cosas que se llama experiencia. Pero, si volviera a ser joven, tal vez volcaría mi atención en otras cosas menos desagradables y tristes, en cosas que no me quitaran las ganas de vivir, o en alguna cosa que significara que he vivido para algo.

4 de junio de 2011

La mordaza del lenguaje


De presentador a conductor, de periodista a comunicador, de autoridad a liderazgo, de necesidades a tendencias, de empresas a intereses financieros, de asociaciones a grupos de presión, de amigos a relaciones, de vicios a dependencias, de periódicos a grupos de comunicación, de pueblo soberano a votantes, de libertad a posibilismo, de justicia a legalidad, de amor a relación, de protesta a incomodidad, de represión a cargas policiales preventivas, de desengaño a desencanto, de violencia a indignación, de sueños a manifestaciones silenciosas, de democracia a sistema, de injusticia a equilibrio internacional, de asesino a efectivo de unidad de élite… y así.

1 de junio de 2011

Memorias del pueblo: estar, están.

- Hijo mío, ¿no te das cuenta de que si vienes conmigo al huerto, en lugar de irte al bar, entre las dos, que no te gastas, y las dos que ganas, tienes cuatro?
- Sí, padre, y le creo. Pero, el caso, es que esas cuatro nunca las veo.
- El que tú no las veas no quiere decir que no estén. Están. Porque si las vieras y, como tú, las viera todo el mundo, entonces estarían desiertos los bares y llenos los huertos y el mundo no podría confundir a todos los mortales como yo intento evitar que haga contigo.

23 de mayo de 2011

La baba negra

Mindundis, mangutas, provocadores, marginales, antisistemas, extremistas, rastas, okupas, ácratas, paniaguados, porreros, vagos, cartoneros, pedigüeños, tocapelotas, barbitontos, cutres, menguados, guitarreros, alipendis, subvencionados, rascabolas, unineuronales, blogeros, terroristas, golpistas, insumisos, manguis, pelagatos, tocabongos, trincayudas, vagolistos, soplagaitas, tuercebotas, tirados, fumetas, cantamañanas…
-        Qué las Santas Espinas aumenten la caridad y favorezcan el diálogo.
-        Y danos, Señor, sobre todo, capacidad de discernimiento.
-        Y haznos permanecer en el verdadero camino, como hasta el día de la fecha.
-        Pero si vais sin manillar, amados hijos: trincones del Partido Perroflauta.
-        Y no nos dejes sucumbir ante las provocaciones.
-        Y líbranos de la baba negra.

No hay quien entienda al alcalde

El alcalde de mi pueblo, un señor serio, que hace obras y vela por el bien de la ciudad, quiere devolverle la vida al centro viejo.
Y la semana pasada, con la plaza sin inaugurar, ha visto sus deseos cumplidos, porque gentes de todas las edades han llenado el ágora de ideas, de carteles, de palabras, de corros, de charlas y, hasta algunos, se han quedado a dormir, ilusionados, bajo sus soportales.
Orgulloso debería sentirse el buen edil viendo cumplido el fin de sus desvelos, viendo a la gente disfrutar de lo comunitario en armonía.
Pues no señor: está fatal.

Papá, cógeme aupa

Como esas olas vino el 15M y desvaneció la campaña. Las plazas hechas corralas de vecinos y los desconocidos conociéndose y los desencantados sintiéndose cálidamente acompañados.
Los políticos se sintieron molestos y enojados:
- ¡Mecachis, con lo bien que lo teníamos todo organizado!
Y es que la política no es para aficionados reunidos a deshoras por ahí. Mira que pretender decidir ellos. ¿Acaso saben lo que quieren? Ya tienen el maravilloso segundo de su voto y, mira, para que lo disfruten, este año, hasta les hemos dejado que lo metan ellos mismos en la urna. ¡Se podrán quejar!, ¡menudos perdularios!

18 de mayo de 2011

Buscando nuevos derroteros

Leyendo blogs descubro que existe la esperanza. Noto una disconformidad general que no sabemos encauzar. Y, en casi todos, encuentro algo parecido a una nostalgia por la honradez. Un sentimiento asfixiado por lo práctico. Parece que lo útil arrincona lo mejor que tenemos. Economía y política nos rigen. Las elecciones, más que liberarnos,  nos encadenan a una hegemonía bicéfala: elegir entre dos yugos. Y casi todos terminamos defraudados porque, lo que en su origen era de todos, sólo en beneficio de unos pocos, por otros pocos, es administrado. ¿De qué nos sirve nuestro sentimiento si el miedo lo arrincona?

17 de mayo de 2011

Barrenderos

Seguramente por la cabeza de muchas personas pasan ideas extrañas, adivinaciones tan fugaces como difíciles de expresar. Pero desaparecen y, como los sueños, se olvidan sin que puedan recuperarse.
Tal vez los escritores sean los barrenderos de esas ideas perdidas y, a veces, sepan recomponerlas. Y así, escritores y poetas, sin ser diferentes a los demás, posean ese don, y rehagan con bellas palabras lo que tantos pensaron y olvidaron. Y sean como oráculos, que escriban un pensamiento colectivo tenido por los demás por inefable. Y, algunos escritores, sean los intermediarios de los hombres con su propio pensar así desparramado.

11 de mayo de 2011

El hombre que se jubiló


El tiempo me ha mordido demasiado
y por eso me quiero jubilar.
He seguido con ahínco al mañana,
y el mañana siempre me dejó atrás.
Ahora estoy seguro de atraparlo.
Esta vez no se podrá escapar.
Tengo su tufo pegado a la nariz.
El futuro perfecto no me podrá burlar.
Aquel hombre quería jubilarse.
Y puso tanta fe y anhelo en ello,
que, una vez jubilado, perdió empeño,
pues no le quedó más por esperar.

9 de mayo de 2011

El cobrador que se crecía en cada verso

Afortunadamente, vivo.
Algo me apasiona.
Vivir es un mar.
Navego montado en una pluma.
El mañana llegará sin mi llamada.
Viviré pensando sólo en las palabras cotidianas.
El aire será la transparencia que me acoja.
El vino que llenará mis risas será mi pensamiento.
El agua que diluirá mis espantos será la bondad calma.
El cavilar acariciará la tarea de mis horas, rellenará mi tiempo.
Los sueños de cada noche me dejarán en la ribera del alba.
Y cada día nuevo me devolverá el tributo de vida que me debe.

5 de mayo de 2011

Adiós al amor que sólo perciben los niños


Ha muerto la mamá grande. Es un día más, lleno de la insignificancia que a los días les presta el tiempo, fabricante de infinitos, que desposee de identidad a sus hermanos chicos, marcados sólo por el sol y la sombra de un giro planetario. Al espacio también lo tildan de infinito pero, no sé, me lo parece menos que el tiempo o, en todo caso, una infinitud dentro de otra. La esfera de la mamá grande se ha candado y me pregunto por qué la infinitud la imaginamos siempre grande, como si en lo pequeño no pudiera caber la inmensidad.

2 de mayo de 2011

Seres intrascendentes

Las personas vivimos en la incertidumbre. La tenemos en cuanto al futuro, al presente y con respeto a quienes nos rodean. No hace falta que proyectemos nuestra fe hacia Dios o hacia una vida después de la muerte, basta con que la ejercitemos para lo que nos espera o hacia quienes nos acompañan. La fe, lejos de proyectarse al más allá, es una voluntad que necesitamos aplicar a diario. Y nuestro sino es no saber nunca si nos equivocamos. Nuestro hábitat es la inseguridad. La certeza es tan nociva que, a veces, necesitamos que la mente renuncie a ella.

1 de mayo de 2011

Circo máximo

Al Papa Wojtyla le han arreglado los papeles para santo en un plisplás: seis años. Celebrando celeridad vaticana y santidad cantada, un millón de fieles se han reunido hoy en la Plaza de San Pedro. Hasta Berlusconi ha desertado del bunga-bunga para acudir y, ni que decir, nuestra Leti, con mantilla, y Felipe, de príncipe azul. Pero todo es poco para un santificable, considerando el espectáculo de ayer montado para el himeneo de un Windsor. Ambas instituciones me son indiferentes, pero uno podrá opinar respetuosamente, ¿no?
¡Ah!, los del santo celebraron el sábado vigilia en el Circus Maximus. Muy propio.

A la cuarta pregunta (Reflexiones sobre el idioma)

Antiguamente los jueces, al interrogar a un acusado, le hacían cuatro preguntas: sobre su salud, sobre su instrucción, sobre su estado y, la cuarta, sobre sus bienes. Como, por incomprensibles casualidades, los delincuentes solían ser pobres de solemnidad, muchos decían, por vergüenza de reconocerlo abiertamente, que estaban a la cuarta pregunta. Y así los indigentes, por una vez, inventaron un eufemismo. Y, como ser pobre daba motivos justificados para la desconfianza, muchos reos, conscientes de ello, le decían de antemano al juez esa otra frase que aún perdura: “soy pobre, pero honrado”, pensando así que harían titubear al recto magistrado.