29 de diciembre de 2012

La juventud



La juventud vuela airosa y sin rumbo, como vuelan al viento los cabellos brillantes de las melenas densas, espesas, lustrosas y apretadas, de las adolescentes despeinadas. Mi juventud, eterna como todas, no entendía de años, cuánto menos de días. La medida del tiempo era inconmensurable, como lo era el recuento de los cabellos que poblaban aquellas marañas de filamentos incontables, de innumerables queratinas de luz azabachada que retaban, insolentes, al sol de primavera. Mi juventud fue la era privilegiada de un tiempo inamovible, de un periodo, en el que yo no había comprendido aún que el tiempo, simplemente, siempre pasa.

Amigo



No me llames amigo. Amigo es palabra de juventud, de personas que compartieron idéntico camino. La madurez nos lleva a posiciones diferentes. Sí, a veces, a lugares muy parecidos, pero nunca al mismo. Y, finalmente, sólo somos fieles a nosotros mismos. Y, aun eso, no siempre se consigue.
Amigo es palabra para un tiempo limitado de total convergencia. Pero, inevitablemente, la experiencia de cada cual termina creando divergencias. Y ésas siempre separan. La palabra amigo, a cierta edad, es una palabra cariñosa que, expresada siempre con afecto, se refiere a un pasado que desearíamos perdurable, al menos, parcialmente.

Perdices de diciembre



Las perdices de finales de diciembre son robustas, macizas y, sorprendidas en su dormidero, tienen, muchas veces, el lomo, amarronado y redondo, cubierto de escarcha. Son perdices fogueadas, musculosas, encueradas de piel y espesas de plumaje, expertas en sigilos, duchas en camuflajes, taimadas en saltos inesperados y largos, inusualmente veloces en arranques orientados siempre al viento favorable. Son incansables andarinas, sagaces en la dirección larga y esquiva de sus vuelos, e incluso, plomeadas y caídas, evitan al cazador con un apeonar veloz o amonándose donde menos se piensa. Y, para cobrarlas, se anhela al perro que uno menospreció para volarlas.

27 de diciembre de 2012

Volver



La Navidad del viejo es una luz artificiosa del invierno con la que, cada año, nos empeñamos en iluminar recuerdos empañados, más soñados que ciertos, suavemente distorsionados en aquella claridad que la niebla del tiempo tornó opaca. Y nievan a la fuerza, en cada ocaso de diciembre, los copos blandos de la añoranza, como si las cabezas los necesitaran más cuanto más canas, y abrazamos la idea, perenne y senil, de que la vida era entonces mejor que lo es ahora ésta que se nos consume. Y en los días del frío, lobos auguradores de la marcha, soñamos con volver.

15 de diciembre de 2012

Dije



A mi vecina, la fregona, le han robado. Han entrado en la casa y le han quitado la pulsera de oro con los dijes que le regaló el marido del que ahora anda separada.
Qué disgusto tiene la mujer. Aquel brazalete era el recuerdo de su vida.
Los del seguro le han pedido la factura. Pero cómo se factura la juventud, la inocencia, el recuerdo de los días felices, el amor que trajo a los cinco hijos, el anhelo de la vida, la existencia.
-        ¿Ustedes tienen llave? – dijo el policía.
-        Sí, pero nosotros no hemos sido -dije.
-        Eso dicen todos.

Bloqueo



No me toques, que no estoy para bromas. Que tengo roto el listón del deseo y arqueado el de la bronca. No me hables ni me preguntes qué me pasa, que las explicaciones serían tantas que todas, a la vez, se amontonan y no salen. No me interrogues con esa mirada que dice si estoy triste, porque hasta esa callada inquisición me descontrola. Déjame solo, por favor, aunque estés a mi lado. Porque tu compañía, incondicional, me sabe dulce, pero mis pensamientos son tan amargos que estriñen mi conciencia e impiden que descargue, racionalmente, lo más obtuso de mi confusión.

12 de diciembre de 2012

La ciencia pequeña



Si te gusta el frío, madruga, camina encarado al zarzagán, pisa los senderos escarchados, afronta la cellisca, llora por la cencellada, deslúmbrate cegado por la nieve, rompe el hielo de las fuentes, admira los carámbanos colgados de las tejas.
Si no te gusta el frío, utiliza gorro y pelliza, tápate la boca y las orejas, enguántate las manos, forra de peales tus pies, enciende el fuego, come chorizo con pan y bebe vino.
Pero, en ambos casos, te recomiendo que hagas todo lo anterior, porque la ciencia pequeña de la vida puede que sea sacarle tibio calor incluso al frío.

11 de diciembre de 2012

Algunas madrugadas

(Foto de José Luis Peña)
No descansa la vista de mirar, que no se cansa. Ni la luz se cansa de lucir, que no descansa. A la vista y la luz, que son buenas hermanas, las recoge en el campo la noche cegadora que viene a ellas despacio, a sus espacios, y les pone, a veces, un edredón de nubes gruesas para que se duerman; pero otras, las deja destapadas y las estrellas del invierno, que son puntas de diamante y de escarcha, se les vuelven punzones sacándoles escalofríos de lágrimas heladas. Y en esas madrugadas, vista y luz despiertan siempre juntas, ateridas y abrazadas.

Sin tiempo



El monte, de lejos, es pardo. Lomos de lobo sus laderas. En las solanas, empinadas, crecen marojos tan juntos que deben sortearse de costado. Los brezos y las jaras forman lagunas verdosas afincadas sobre cuatro dedos ocres de hojarasca. De vez en cuando, un macizo de biércoles o de ardeviejas blinda un claro. Las umbrías conservan todo el día la escarcha como la cara áspera de un viejo que, tras enjabonarse, se quedó dormido y olvidó pasarse la navaja. Sin romper el silencio transparente, una becada remonta entre la fusca cortando con su vuelo de seda, medio segundo, la quietud.

7 de diciembre de 2012

Hacia la democracia activa



Estamos aprendiendo, por inmersión obligada, unas materias nuevas que antes, crédulos y confiados, dejábamos a los expertos, los políticos, porque les creíamos nuestros servidores. Justicia, economía, sanidad, educación, banca, legislación… Se nos acumulan las asignaturas. Se acabó el nadar felices como pececillos sin ver la esfera de cristal que cautivos nos tenía y cautivos nos mantiene. La democracia, acabamos de descubrir, es saber de todo, estar en todo y, especialmente, no fiarse de los poderes. Lo del voto casi parece intrascendente, porque puede convertirse en un aval que blinde a quienes representan a otros. Con la ilusión que nos hizo.

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6 de diciembre de 2012

La ira



Tres horas después de empezar, tras localizarlas, rodeé por fin a las perdices, las saqué de la inacabable estepa de terrones y las hice volar al olivar donde las cuestas y barrancos comenzaban. Me sentí esperanzado, por fin empezaría a cazar.
Pero, sorprendentemente, regresaron, aleteando furiosamente, a la inmensidad de terrones de donde las volé. Cuatro sujetos venían por la ladera disparando a todo, ellos decían que a los zorzales.
Me dije, no sé para qué defiendo a los cazadores, si una buena parte de ellos son gilipollas a evitar, mastuerzos, tontos de capirote, cachos de carne con ojos.

La cosa nostra



-        Como vemos cada día, empresarios y políticos, son el núcleo de la corrupción en el país.
-        No, amigos, no. Piensen lo primero en la presunción de inocencia. Garantía que a todos nos ampara. Dejen trabajar a la justicia.
-        La justicia es una tortuga. Ellos tienen mil argucias, abogados expertos, dinero para fianzas, propiedades ocultas y obtienen tiempo para que todo se olvide.
-        Sí, pero la justicia es inexorable.
-        Si alguna vez les condenan, ¿cumplirán las penas, devolverán el dinero?
-        Hombre, para gente que no hizo sino equivocarse, que no son propiamente lumpen, siempre habrá un indulto.
-        Naturalmente, señor ministro.

5 de diciembre de 2012

El tiro por la culata



Firme sobre los pilares rotundos de sus patas, altiva su cabeza sosteniendo los viejos cetros de marfiles retorcidos, presta su trompa anillada y musculosa a barritar espantando al enemigo, es un monarca, por el cielo concebido, para reinar por siempre sobre la selva umbrosa y sobre la sabana polvorienta y terrosa que no abarcan los ojos del humano atrevido. Así que no me desprecies el regalo, buen amigo. Míralo bien, que sólo a ti resulta parecido por su porte y por lo fuerte de sus sienes. Míralo bien y acéptalo. Fíjate, por favor, qué tiro tiene.

La buena nueva




El pontífice Benedicto, hacedor de puentes entre Dios y los hombres, debe estar sumamente preocupado por esta crisis que, como un cáncer, va corroyendo las raíces de la sociedad y de la economía de Europa y parte del extranjero. Y, ante tan acuciante problema, ha decidido que la voz de la Iglesia se haga oír. De modo que se ha pronunciado nuevamente, haciendo que el catolicismo ilumine, una vez más, al orbe entero en momentos tan críticos. Lo ha hecho con un pronunciamiento ponderado, vital e imprescindible, que  ha conmovido los cimientos del mundo: Los Reyes Magos vinieron de Lepe.

¿Pecado original?



El pecado menos original es coger lo que uno no debe. Ya empezaron Adán y Eva de robamanzanas y la costumbre no se ha perdido. Es más, cada día está peor visto no aprovecharse de lo que se pueda. La rapiña generalizada parece que ha llegado a ser, si es que no lo ha sido siempre, nuestro sistema de vida.
-        Pero, usted está loco, ¿cómo vamos a vivir en esa ignominia generalizada?
-        Muy fácil, haciendo lo que ya hacemos: legalizándola.
-        ¿Y usted cree que las leyes están para eso?
-        Exactamente.

3 de diciembre de 2012

La carga del placer



Dicen que la chocha perdiz, conocida también como becada, ha de matarse al primer tiro porque, si se salva de él, defeca al vuelo para aligerarse y, si acaso cae en tiro o tiros sucesivos, ha perdido ya el ingrediente que la hace única en la cocina al decir de los maestros de renombre: el contenido de sus intestinos.
En resumidas cuentas, y si esto es verdad, un guiso de becada debe ser algo así como las buenas amistades, esas que uno ansía y quiere, o le quieren a uno, aun conociendo mutuamente la carga de nuestros entresijos.

30 de noviembre de 2012

Mal educado



El piso de la capilla del colegio estaba embaldosado a modo de arcidriche. Las baldosas negras y blancas ocupaban el suelo del mundo geométricamente como una cuadratura de las abotonadas sotanas de los curas contra el blanco puro de cirios y paredes. Dual simbología por doquier: bien y mal, sin color de inteligencia intermedio. En ello le educaron. Desinteresados en hacerle una persona razonable y propiciando que optara, desde niño, por adherirse fieramente a un extremo, avalados por esa idea tan belicista de que quien no está conmigo está contra mí. ¡Qué simplismo y qué difícil salir de su miseria!

29 de noviembre de 2012

Regalos del otoño



Escrutado cada rincón del valle, mondado cada teso hasta la cima, con las manos dormidas y la cara quemada por el helado zarzagán, dio a los pájaros por desaparecidos.
Volvió hacia el pueblo y a cien metros de éste, resguardadas en el herbazal del Juanarrón, saltaron. Vibró el aire a lo lejos y enseguida viraron todas al unísono montadas en el viento. Y el bando de perdices planeó apretado por encima del pueblo y, como angelillos rojizos, sobrevolaron los tejados ocres y las casas blanqueadas para irse, en brazos del vendaval del Norte, a parajes seguros, regalos del otoño.

28 de noviembre de 2012

Dolores



- Mira chica, la verdad, mi vida con los hombres siempre ha sido un engaño. Y, el caso, es que no escarmiento. No aguanto tanta mentira: que si tengo mucho trabajo en la oficina, que si me he encontrado con un amigo de la mili, que si estaba a punto de llamarte, que  es sólo una compañera de trabajo, que el moratón del cuello me lo hice al darme un golpe… Como si fuera tonta. Pero una no aprende y eso que desde el principio ha sido igual. Recuerdo a mi primer novio: "Relájate, bonita, si no te va a doler."

La línea entre los mundos



Tenía el color glauco de lo que alguna vez fue húmedo, el amarillento del olvido, el pardo tosco del deseo y los colores imprecisos, desvaídos, de las raíces viejas y lo inútil. Mezclados en un mosaico impreciso, sin diluirse unos en otros. Aquellas pupilas de reptil, moteadas tan caprichosamente, refractaban la luz contra el agua de los llantos dando, a quien mirase, el extraño espectáculo de un arco iris de colores opacos. No era el arco del Señor, no inspiraba reconciliación, ni vida, ni admiraba a los niños. Era, aquel arco, una estaca combada de luces frías que espantaba.

27 de noviembre de 2012

En la taberna del Julitón



-        Por la boca del saco no entraban las patatas.
-        ¡No jodas!
-        Nada, tuve que llevarlas a casa una a una, rodándolas. Y con alguna me vi negro para que entrara por la puerta.
-        Ya se sabe: “Hortelano tonto, patata gorda.”
-        Y eso no fue todo. Con los esfuerzos, me dieron ganas de tirar de los pantalones y, al echar mano a una piedra para limpiarme, al palpar, agarré una liebre encamada. Al zurrón fue también.
-        Y, claro, cenarías patatas con liebre.
-        Quia, la tuve que dejar para que amamantara a los cuatro lebratos que parió en el trayecto.
-        Ondiá.

Al genio, un respeto



Es un genio. Contestará sagazmente a vuestras preguntas. Pero, cuidado, formuládselas bien, no cometáis errores. La precisión es su máxima. Es una persona acostumbrada a la exactitud pulcra de su ciencia. No probéis con preguntas que vayan más allá de la evidencia, le es ajeno todo aquello que no pueda probarse. Se revolverá contra vosotros si pretendéis ver más allá de que lo blanco es blanco. No preguntéis con segunda intención, tiene un pensamiento cartesiano, estricto, sin adobos. No molestéis con tonterías al eminente especialista.
-        Y dónde entrevistamos al Premio Nóbel de Física.
-        No, hombre, no. Si es a Mourinho.

Incomunicación



El hombre se preguntó si lo que había descubierto merecía la pena. No tuvo claro, al explicarlo, si, quienes quisieron escucharle, simplemente lo hicieron por cortesía, sin interés alguno; o no le entendieron o; lo que le resultaba más triste, no les interesó asumirlo. Se encontró propietario de un hallazgo vital que a los demás, al parecer, les resultaba intrascendente. Eso le hizo dudar de sí mismo y entrar en ciertos circunloquios que, aparte de dejarle desnudo, frío y solo, le hicieron daño en el alma. El arduo camino de su vida sólo le sirvió para alejarle de los demás.

El dueño de la idea



Indiferente ya a los asuntos laborales que un día le absorbieron, escuchó a su mentor con atención y, también, con desgana. La desgana era para él algo nuevo, pero no pudo evitarla al notar, con fastidio, que aquel hombre, que un día le deslumbró, permanecía anclado en sus primeras ideas. Y no es que aquéllas hubieran quedado desfasadas, era que quien las enunciaba jamás las había llevado a cabo ni profundizado en ellas o, mejor, que jamás las contrastó con la realidad de cada día.
-        Jamás quise enseñaros el camino –dijo muy circunspecto.
-        Claro, porque no sabías cuál era.

24 de noviembre de 2012

El pertinaz persuasor permanente



Me costará seguir apreciándote si no te identificas convencidamente con mi pensamiento y, además, secundas mi propuesta. Hace falta ser un zote para no percatarse del altruismo de mis ideas. He venido a verte expresamente, ofreciéndote este beneficio. Vale que tú hayas invitado a comer como era tu obligación, pero ese monosílabo por respuesta era lo último que esperaba de ti. Me decepcionas. Te he hablado seis horas seguidas de mi proyecto y ahora me dices que no. ¿Por qué me haces esto, desagradecido?
- Porque, después de seis horas de escucharte, es la primera vez que me has preguntado.

23 de noviembre de 2012

Se desarmó el belén



Llega la crisis al portal de Belén. De momento prescindiremos de la mula y el buey. Pero la reestructuración amenaza con dejarnos sin pesebre y, muy probablemente, sin San José, figurón decorativo a todas luces prescindible. Se está estudiando también reducir los Reyes Magos y, no pregunten quién va a caer, está claro que Baltasar lleva todas las papeletas en el ERE. A la estrella le van a quitar la estela por antieconómica y desequilibrante para cualquier presupuesto. Y no se admiten protestas: es lo que hay. Hasta el Papa se suma a los recortes. Son tendencia.

21 de noviembre de 2012

Hiperparásitos



Un buen parásito se siente por encima de los demás. Usa la fórmula más discreta y eficiente de la biología, una especie de delincuencia blanda. Qué rudo y trabajoso es depredar y, sobre todo, qué mal visto está, aparte de que te pones perdido. El parasitismo, sin embargo, es sinónimo de vida sofisticada y descansada. Además, y sobre todo, apenas es notorio y, por tanto, no genera odios, ni virulentas campañas vecinales. El parasitismo, a ciertos niveles, se da por sentado. Es de mal gusto mencionarlo. Y más cuando se trata de un inquilino de parásitos reales, un hiperparásito.

Cultura general




-Hombre, yo, de cultura general no soy.
-Pues no sé el porqué. La cultura general es la más fácil y, además, está al alcance de todos.
-Hombre, pues porque yo no he estudiado.
-Pues precisamente eso es lo bueno que tiene la cultura general, que no tiene que ver con los estudios. Por ejemplo, a ti te dicen: ¿Quién escribió El Señor de los Anillos?, y, si tienes cultura general, pues lo sabes.
-Ya, pero es que yo, en las películas, nunca leo los directores ni el reparto. ¡Menudo coñazo!
-Ah, bueno. Siendo así, si no pones voluntad…

16 de noviembre de 2012

Cintura política (viejo pero malo)



A veces abrir la boca sirve para desacreditarse totalmente. Porque hay cosas que no deben producirse fuera de esas cuatro paredes en las que nos sentimos libres y, a veces, ni ahí.
Don Alejandro, por ejemplo, que es profesor de filosofía, director de instituto y concejal, se tiró un cuesco en la última reunión de vecinos. Pero lo peor fue que, haciendo acopio de sus reflejos de intelectual y de su cintura política, miró a la señora que tenía al lado y, sin inmutarse, espetó a la concurrencia:
- Queridos convecinos, del pedo de esta señora me hago cargo yo.

Inicio de un cuento



“Érase que se era, el bien que viniere para todos sea, y el mal, para quien lo fuere a buscar…” (Cervantes)

No sé si Cervantes tomaría este inicio de cuento de los dichos populares o si lo creó él. Al leerlo, me hago la ilusión de que los humanos no deberíamos esperar otra cosa que no fuera el bien, que el mundo se construyó perfectamente en su origen, que muy bien podía ser el paraíso, aunque lo hayamos olvidado con el tiempo. Pero, sin embargo, los más de nosotros vivimos temerosos, asustados por lo que nos pueda venir sin haber ido a buscarlo. Y me pregunto si con unos pocos que busquen el mal será suficiente para que lo padezcamos todos.