
Recuerdo que los ayuntamientos gratificaban hace años la caza de alimañas. Un suponer, que te presentabas con diez urracas, 10 reales; que eran cuervos, 15; con cuatro comadrejas, 8 pesetas; dos zorras, 10 duros; una gineta, 30 pesetas; la pareja de tejones, 12 duros; un águila real, 40 pesetas…y así.
La contención de las alimañas parecía, pese a todo, imparable. Hoy, con la fauna local casi desaparecida, no mencionemos al águila, pero pueden multarte simplemente por coger manzanilla, musgo o té de roca. Como si fueran los paisanos y no la industria la que ha acabado con aquel incontrolable criadero.
La contención de las alimañas parecía, pese a todo, imparable. Hoy, con la fauna local casi desaparecida, no mencionemos al águila, pero pueden multarte simplemente por coger manzanilla, musgo o té de roca. Como si fueran los paisanos y no la industria la que ha acabado con aquel incontrolable criadero.
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