27 de noviembre de 2012

Al genio, un respeto



Es un genio. Contestará sagazmente a vuestras preguntas. Pero, cuidado, formuládselas bien, no cometáis errores. La precisión es su máxima. Es una persona acostumbrada a la exactitud pulcra de su ciencia. No probéis con preguntas que vayan más allá de la evidencia, le es ajeno todo aquello que no pueda probarse. Se revolverá contra vosotros si pretendéis ver más allá de que lo blanco es blanco. No preguntéis con segunda intención, tiene un pensamiento cartesiano, estricto, sin adobos. No molestéis con tonterías al eminente especialista.
-        Y dónde entrevistamos al Premio Nóbel de Física.
-        No, hombre, no. Si es a Mourinho.

Incomunicación



El hombre se preguntó si lo que había descubierto merecía la pena. No tuvo claro, al explicarlo, si, quienes quisieron escucharle, simplemente lo hicieron por cortesía, sin interés alguno; o no le entendieron o; lo que le resultaba más triste, no les interesó asumirlo. Se encontró propietario de un hallazgo vital que a los demás, al parecer, les resultaba intrascendente. Eso le hizo dudar de sí mismo y entrar en ciertos circunloquios que, aparte de dejarle desnudo, frío y solo, le hicieron daño en el alma. El arduo camino de su vida sólo le sirvió para alejarle de los demás.

El dueño de la idea



Indiferente ya a los asuntos laborales que un día le absorbieron, escuchó a su mentor con atención y, también, con desgana. La desgana era para él algo nuevo, pero no pudo evitarla al notar, con fastidio, que aquel hombre, que un día le deslumbró, permanecía anclado en sus primeras ideas. Y no es que aquéllas hubieran quedado desfasadas, era que quien las enunciaba jamás las había llevado a cabo ni profundizado en ellas o, mejor, que jamás las contrastó con la realidad de cada día.
-        Jamás quise enseñaros el camino –dijo muy circunspecto.
-        Claro, porque no sabías cuál era.

24 de noviembre de 2012

El pertinaz persuasor permanente



Me costará seguir apreciándote si no te identificas convencidamente con mi pensamiento y, además, secundas mi propuesta. Hace falta ser un zote para no percatarse del altruismo de mis ideas. He venido a verte expresamente, ofreciéndote este beneficio. Vale que tú hayas invitado a comer como era tu obligación, pero ese monosílabo por respuesta era lo último que esperaba de ti. Me decepcionas. Te he hablado seis horas seguidas de mi proyecto y ahora me dices que no. ¿Por qué me haces esto, desagradecido?
- Porque, después de seis horas de escucharte, es la primera vez que me has preguntado.

23 de noviembre de 2012

Se desarmó el belén



Llega la crisis al portal de Belén. De momento prescindiremos de la mula y el buey. Pero la reestructuración amenaza con dejarnos sin pesebre y, muy probablemente, sin San José, figurón decorativo a todas luces prescindible. Se está estudiando también reducir los Reyes Magos y, no pregunten quién va a caer, está claro que Baltasar lleva todas las papeletas en el ERE. A la estrella le van a quitar la estela por antieconómica y desequilibrante para cualquier presupuesto. Y no se admiten protestas: es lo que hay. Hasta el Papa se suma a los recortes. Son tendencia.

21 de noviembre de 2012

Hiperparásitos



Un buen parásito se siente por encima de los demás. Usa la fórmula más discreta y eficiente de la biología, una especie de delincuencia blanda. Qué rudo y trabajoso es depredar y, sobre todo, qué mal visto está, aparte de que te pones perdido. El parasitismo, sin embargo, es sinónimo de vida sofisticada y descansada. Además, y sobre todo, apenas es notorio y, por tanto, no genera odios, ni virulentas campañas vecinales. El parasitismo, a ciertos niveles, se da por sentado. Es de mal gusto mencionarlo. Y más cuando se trata de un inquilino de parásitos reales, un hiperparásito.

Cultura general




-Hombre, yo, de cultura general no soy.
-Pues no sé el porqué. La cultura general es la más fácil y, además, está al alcance de todos.
-Hombre, pues porque yo no he estudiado.
-Pues precisamente eso es lo bueno que tiene la cultura general, que no tiene que ver con los estudios. Por ejemplo, a ti te dicen: ¿Quién escribió El Señor de los Anillos?, y, si tienes cultura general, pues lo sabes.
-Ya, pero es que yo, en las películas, nunca leo los directores ni el reparto. ¡Menudo coñazo!
-Ah, bueno. Siendo así, si no pones voluntad…

16 de noviembre de 2012

Cintura política (viejo pero malo)



A veces abrir la boca sirve para desacreditarse totalmente. Porque hay cosas que no deben producirse fuera de esas cuatro paredes en las que nos sentimos libres y, a veces, ni ahí.
Don Alejandro, por ejemplo, que es profesor de filosofía, director de instituto y concejal, se tiró un cuesco en la última reunión de vecinos. Pero lo peor fue que, haciendo acopio de sus reflejos de intelectual y de su cintura política, miró a la señora que tenía al lado y, sin inmutarse, espetó a la concurrencia:
- Queridos convecinos, del pedo de esta señora me hago cargo yo.

Inicio de un cuento



“Érase que se era, el bien que viniere para todos sea, y el mal, para quien lo fuere a buscar…” (Cervantes)

No sé si Cervantes tomaría este inicio de cuento de los dichos populares o si lo creó él. Al leerlo, me hago la ilusión de que los humanos no deberíamos esperar otra cosa que no fuera el bien, que el mundo se construyó perfectamente en su origen, que muy bien podía ser el paraíso, aunque lo hayamos olvidado con el tiempo. Pero, sin embargo, los más de nosotros vivimos temerosos, asustados por lo que nos pueda venir sin haber ido a buscarlo. Y me pregunto si con unos pocos que busquen el mal será suficiente para que lo padezcamos todos.

Palabras medicinales



“…que todavía es consuelo en las desgracias hallar quien se duela dellas” (Cervantes)

No era amigo de contar desdichas excepto cuando las narraba a desdichados, porque éstos se gozaban en oírlas considerando que quien tales cosas contaba de otros infortunios entendía bien los de ellos. Y siempre terminaba sus tristes relatos dejando una puerta abierta para que por ella saliera la desgracia. Y, pareciendo más versado en desdichas que en versos, todos le tenían por un hombre bueno y no por un poeta y, de este modo, curaba heridas ajenas y olvidaba las propias. Que la realidad cotidiana, sin infortunios añadidos, era suficiente para quebrantar de continuo el ánimo de aquel empedernido narrador.

14 de noviembre de 2012

Ave solitaria



“Un ave sola ni bien canta, ni llora.” (Libro del Buen Amor)

Cercada, como una vieja ciudad amurallada, la mujer, tiritando, sollozaba. Quizás, tontamente, le había contagiado el aguacero, cayendo a cortinones tras el panel de la ventana, la desgana. Su mirada se perdía en el fondo horizontal de las playas, bajo el solemne cielo encapotado, sobre el sutil tapiz, extendido a sus pies, de una memoria ya demasiado larga.
Con la garganta tan queda en humedad y tan ingratamente susurrantes de líquido los ojos, se sirvió una copa de vino. Mas no cenó, ni habló con nadie, ni quiso descansar en libro alguno, porque aquella tarde quería alimentarse sólo de añoranzas.

El comunista bueno



El anciano albañil la espichaba.
-        Mauricio, vengo a confesarte.
-        Poco tengo que decirle, señor cura.
-        Sé que tuviste una vida violenta.
-        No, tuve una vida de lucha.
-        Pero luchaste por quimeras estériles y locas y mucha gente sufrió las consecuencias.
-        Eso último no lo sé. Pero sí, tuve ideales.
-        ¿Es que vas a negarme que has sido siempre comunista?
-        Eso nunca.
-        Entonces, ¿por qué rechazas el perdón de tus pecados, por qué te niegas a confesar?
-        Porque yo fui comunista. Pero comunista de los buenos.
-        No hay comunistas buenos.
-        Me decepciona usted,  porque ni de los curas pienso yo eso.

El pájaro



No podían insultarle más. Y, lo cierto, es que nunca imaginó que pudieran llamarle tantas cosas. ¿Qué tipo de vida tan inconsciente había llevado? ¿Cómo podía haber llegado a ser, sin darse cuenta, todo eso que le llamaban? Al principio creyó que era un mal sueño, después, que era una broma pesada. Un poco más tarde prendió en su interior un chispazo de culpabilidad que pronto le consumiría enteramente. Como su degradación no encontraba alivio en ningún lado, decidió hacerse pájaro. Tenía que escapar de allí, desvanecerse. Y, cuando el secretario judicial llamó a su puerta, se echó a volar.

10 de noviembre de 2012

La marca España



El director de la empresa informática Hispasofty estaba orgulloso de sus programas. De hecho, los exportaba a más de cien países de todo el mundo. Por eso le sorprendió la petición de aquella empresa suiza: le hacían un pedido con la condición de que no constara la marca ni que era software español.
Tomó una decisión arriesgada, mezcla de dignidad y audacia, y les contestó: les enviaré su pedido, cumpliendo sus condiciones, siempre que ustedes estén dispuestos a pagar el doble de su precio.
Los suizos aceptaron y el empresario comprendió entonces, sorprendido, el prestigio de la marca España.

7 de noviembre de 2012

Límites



Estoy confundido. Lo que leo, es todo cosa dicha. No hay mala fe en los autores, es que escribir es repetirse: variaciones sobre el sentido de la vida. No hay novedades. A veces, extraordinariamente, el modo de expresarlo. Y ya es mucho. Acertar en la diana del pensamiento de otros, que sienten igualmente sin ocurrírseles ponerlo por escrito. Así que, la palabra, pinta nuestros paisajes interiores y sólo tonos, casi imperceptibles, nos diferencian levemente. Y quedan tan pocos matices por crear que, la mayoría, vivimos encarcelados en gamas de colores repetidos.
-        Que te crees tú eso –dijo el poeta loco.

3 de noviembre de 2012

Creencias y sospechas



Distribuyen el doble de la mitad de su conciencia, gramo arriba o abajo, sin reconocer, ni en privado, que la utilizan poco. Altruistas, donan transfusiones de ánima para desanimados. Desprendidos, se prestan a injertos de la propia moral para clonarla en desmoralizados. Regalan amor sin usar, amor supremo, según ellos, para regenerar el amor terrenal, viciado por el uso, de los degenerados. Y dan, sobre todo, de lo que no tienen, porque la remesa de lo que se carece no se acaba. Y viven, majestuosamente respetados, de divulgar, sin admitir nunca vender, lo que fraguan de la nada: otra vida.

2 de noviembre de 2012

La España brava



Conocía a aquella chica menuda y pelirroja desde que ella tenía catorce años. Ahora era la asesora fiscal que llevaba los papeles de mi familia y las declaraciones de la renta.
-        Te salen a pagar siete mil euros. Pero, si quieres, te lo maquillo guapamente.
-        No, gracias. Prefiero pagar lo que sale y no tener el menor roce con Hacienda.
-        Bien se ve que no eres de mi pueblo, que sólo eres un arrimao, aunque te casaras con una de allí.
-        ¿Por qué?
-        Porque uno de mi pueblo nunca habría rechazado mi oferta. A ti, te faltan cojones –dijo burlona.

(A Maru, con quien nunca más reiré.)

Parásitos imprescindibles



Necesidad social + Políticos + Gestión pública = Pérdidas públicas
Necesidad social + Empresarios + Gestión privada = Beneficios privados
Donde los empresarios triunfan, los políticos fracasan.
¿No están preparados los políticos para la gestión pública? Si fuera así, se les podría llamar incompetentes.
Si los políticos subcontratan la gestión pública a los empresarios y éstos obtienen beneficios, nuestros cargos electos, además de incompetentes, demuestran un gran desinterés hacia sus obligaciones, amén de una sospechosa afinidad por los sectores que buscan, en primer término, el enriquecimiento.
Siguiendo esta línea, podría privatizarse el Gobierno.
¿O es que ya lo está?

Privatización sí, pero flexible

Sin tener idea aproximada de los caninos que entran en un cuarto de kilo, la intrépida Amelita quería darse a la promiscuidad. Su madre le advirtió: “Hija, tú no reúnes condiciones”. Pero la muchacha respondía, con mohines de disgusto, que afición le sobraba. 
-        Hija mía, no socialices tu cuerpo, comprende que vas contra corriente. 
-        Pues yo no quiero privatizarlo, ¿quién es un hombre para ser mi dueño? 
-        Hay soluciones discretas. Y, además, la gente está por las privatizaciones, y más, en la cosa femenina. 
-        Pues yo, qué quieres que te diga, me quedo con la autogestión. 
-        ¡Anarquista! 
-        ¡Y tú, pedorra!

31 de octubre de 2012

La ley natural



Las cosas que benefician a los pobres no son negocio. Los más tontos acabamos de descubrirlo. Se necesitan millones de pobres. Ahora comenzaban a escasear y nos hemos puesto a crearlos con denuedo. Ricos, se necesitan muchos menos. Además, a los que hay, se les cuida, mima y se les hace objeto de solidaridad. Son una especie protegida. Los pobres, habiendo tantos, no necesitan cuidados y conviene dejarlos a merced de la cruda selección de la especie. Hombres de poca fe, ¿acaso no veis como los halcones están protegidos y los gorriones no? Yo ya, si no entendéis esto…

26 de octubre de 2012

Timoneles impasibles



Caían hilos de agua. Hilos tan finos que taladraban la tierra sin mojarla y se clavaban sólidamente a varios metros bajo ella. Tras varias horas, la superficie permanecía seca como el vientre de las piedras.
Tras el temporal, apareció el sol. Pero su luz, en lugar de calentar el suelo, rebotaba en él llenando el aire de una niebla deslumbrante de rayos reflejados en todas direcciones.
Los labradores, cegados por la luz, gritaban aterrorizados: Ni el agua moja, ni el sol calienta. Moriremos todos.
Bah, los campesinos, ya se sabe, a la mínima quejándose del tiempo –dijo impasible el Presidente.

24 de octubre de 2012

Gracias



Aunque se tenga la mente afianzada en lo sutil de la esperanza, tan sutil que casi parece milagrosa, existen personas que con sus hechos la afianzan y hacen que el escepticismo muera un poco y que se note en la garganta un agobio de emoción inesperada que te vuelve casi joven de repente.
Uno prefiere acostumbrarse a los olvidos, porque la vida le enseñó a darlos por hechos. También teme las muestras de aprecio exageradas, pesadas como piedras al cuello. Sin embargo, lo imprevisto, derrite el plomo de los tristes pensamientos y te devuelve al bienaventurado mundo de los frágiles.

21 de octubre de 2012

Arte ingenuo



Aunque el paso del tiempo haya deteriorado el trabajo del cantero, la sugerencia fría de esa cabeza con dos caras permanece. ¿Quién no las tiene? Quién se atreve a tirar la primera piedra a esa imagen toscamente trabajada que, muda, habla de lo que somos todos a la postre e inevitablemente, queriéndolo o no, poniendo más o menos voluntad en ello. Es verdad que quizás el cantero se quedara corto, pero el espacio físico de un pequeño canecillo no daba para más caras. Pero, yo creo, que la mayoría nos hacemos una idea, ¿no?
Y llaman al románico arte ingenuo.

Historia con dos viñetas



Bajo la cornisa del ábside de la iglesia de Campisábalos hay dos canecillos consecutivos: un hombre con su garrote acechando a una liebre y ésta, encamada, tan inmutable en la piedra como en el campo, esperando acontecimientos. Actividad frente a pasividad. Ambos confían en su suerte. Así llevan, observándose desconfiadamente, durante siglos. No hay un tercer canecillo que desvele el final de la historia. Tal vez el cantero quiso dejar que cada observador asumiera un papel. ¿Triunfará la muerte o la vida, el hombre o la naturaleza, el armado o la desarmada? Imagine usted el tercer canecillo. Pida un deseo.

Caminar perezosamente



La mayoría de los sentimientos que nos acompañan en la vida se atenúan con la edad, el uso los convierte en consuetudinarios. Y seguramente les pasa lo mismo a los sentidos y a los centros fisiológicos que en nuestro cuerpo perciben, los unos, cuanto nos rodea y, los otros, el dolor. El uso hace que los caminos queden más nítidamente dibujados entre la espesura y que, quien los recorre, camine con más confianza en no perderse pero, también, con la certeza de que no puede cambiarlos y, sobre todo, con la amargura de estar destinado a un aburrimiento irreversible.

20 de octubre de 2012

España y yo



A mí, España, no ha hecho más que decepcionarme. Ya, de niño, me hicieron creer que existía. Que era una unidad de destino en lo universal, impresionante designio, misterioso y sublime. También, que era una, grande y libre, o sea, una relación seria. Y no sólo eso, sino que a los españoles nos querían en todo el mundo. Esto último era lo que más me gustaba, he de reconocerlo. Pero, claro, luego vinieron los desengaños. Todo fue una ilusión. Me habían embaucado. España, finalmente, me ha dejado tan descorazonado como la novia aquella que me ponía los cuernos con cualquiera.

Hambre



Lo que viene a ser el conjunto de variables que determinan nuestra productividad en relación con lo que vienen a ser nuestras necesidades, presenta actualmente una disfunción desequilibrante que irremediablemente incide en lo que viene a ser la estructura de nuestro tejido social. Ello se manifiesta con lo que viene a ser un incremento estructural, de lo que viene a ser el colectivo de excluidos sociales, que se evidencia en el creciente uso de lo que vienen a ser las organizaciones nacionales de asistencia, desarrollo y servicio social que, por otro lado, se están revelando como claramente competentes. O sea.

La pasarela verbal



Las palabras nos reflejan. Hay quienes ponen muchos ejemplos de ello. Pero la cosa, en esencia, consiste en no llamar a nada por su nombre. Desde las realidades individuales hasta las colectivas se disfrazan con términos inventados. Ninguno nos resignamos a la simplicidad de lo que somos y, menos aún, se resignan los políticos a no revestir sus intenciones y, sobre todo, sus tristes fracasos con palabras que los evidencien. Y todos nos distraemos, perdiendo de antemano nuestro tiempo, en descifrar unos términos cuyo significado intuimos apenas pronunciados. Esto es la pasarela de la palabra, donde la idiotez es tendencia.

14 de octubre de 2012

Elogio de la vida pastoril



Era el tipo más feliz que he conocido. No he visto cosa igual. Desde el alba hasta el ocaso, él, con sus cabras. Así día tras día. Daba gusto hablar con él. Qué serenidad transmitía, qué paz interior, qué equilibrio. No era muy hablador, claro, seguramente porque estaba acostumbrado al silencio del campo, a vivir acompañado únicamente por su pensamiento, escrutando los rincones del horizonte, dejando a su imaginación vagar por las barrancas de los montes o distraerse con la caprichosa metamorfosis de las nubes. Siempre le envidié. Qué vida. Con lo bien que estaba, qué lástima que se ahorcara.

Eurochina



No me interesa la españolización de Cataluña, ni la de Castilla, ni la de Andalucía, ni la de Galicia, ni la de ningún sitio. Si no estamos españolizados después de 500 años es que la cosa no funciona. Quienes quieran separarse de las demás comunidades, que vayan a lo suyo. Suerte.
Sin embargo, me preocupa la mengua de los derechos civiles, sociales y laborales, los elogios a las democracias silenciosas, la represión creciente y la vuelta a la pobreza de hace cincuenta años. Me asusta, en definitiva, ver a Europa achinarse. Mal asunto. Para este proceso, da igual la bandera.