30 de junio de 2009

El verano ha llegado


El verano llegó. Con él, las noticias más interesantes:
• Dos titis explosivas lavan en bikini todos los tractores de un pueblo. Luego se pelean en una piscinita de chocolate y el alcalde se chocolatea con ambas.
- ¿Qué opina?
- Eran un poquito chonis, pero la gente lo pasó dabuten.
- ¿Le parece machista y sexista?
- ¡Qué va, de qué parte!
• Peces venenosos y medusas comienzan a picar a los bañistas.
- Dolía que te cagas, pero me atendieron genial –se explica el cultivado maromo.
• Y ya hay helados para perros: nata, vainilla y jamón. Por sólo 5€ la felicidad perruna. ¡Qué demasiao, Genry!
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El polemista


Como la inesperada rata que aparece en la calle, nadie recuerda de dónde salió. Se desconoce por qué se divulgan sus afirmaciones, ni la razón por la que se admite cuanto cuenta en la tele del corazón. Su tren de vida es suntuoso: mansiones de lujo, coches carísimos, fiestas constantes… Con el tiempo se conocieron sus drogadicciones y su vida carcelaria. Ahora, por una deuda que le reclama Hacienda, dice que ha de suicidarse irremediablemente. ¿Interesará a alguien su suicidio? ¡Cómo no!, toda España quiere verlo en directo. En la TV le adjudican, nada menos, la neoprofesión de polemista. Inefable.
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29 de junio de 2009

Permisividad suena bien.


Leo que la crisis acaba con la permisividad, que brotan ahora estafas que antes pasaban inadvertidas, que la recesión entierra el todo vale y obliga a ejercer un control.
¿Y no será esa falta de control la que nos ha llevado a esta crisis? ¿No estarán los supuestos controladores involucrados hasta las trancas? No he oído, sin embargo, que gente responsable esté respondiendo de sus actos, pongamos, por ejemplo, inspectores de hacienda, de trabajo, de sanidad, gestores de urbanismo, de la seguridad social… todos gente sagaz y espabilada. Parece que, espabilada, sobre todo. Claro, si fue permisividad...
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28 de junio de 2009

Borjita el montero


- Y sobre todo es importante, muy importante, de vital importancia, Mari Mila, en la caza del jabalí verraco al rececho, no confundir su rebudio con el hecho de que eventualmente puedan arruar, pues con el primero te obsequiarán si te observan acercarte y el segundo sólo lo prodigarán mientras huyan al verse perseguidos.
- ¡Ay, por favor! ¡Qué sensibilidad tenéis los monteros, Borja Mari! ¡Qué finura intelectual! ¡Qué discernimiento! ¡Ay, qué interesante, por favor! ¡Si es que me matas de la intriga, ladrón! ¡Ahí va, qué super apasionante! ¡Ay cómo puedes ser tan así, pocholito…!
- Psss, uno mismo, el propio natural…
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Ni blanco ni negro


Veo asombrado la conmoción por la muerte de Michael Jackson. También la que se produjo hace poco por la de Vicente Ferrer. Creo que sentí la segunda y que estoy padeciendo la primera. Es la diferencia entre quien vivió para sí y quien vivió para los demás. Y no es que no me importe la muerte de Jackson, sobre todo, lo que no me importa ni me importó en absoluto fue su vida. No me explico como cabe en el mundo tantísima memez sabiendo, como sabemos, que lo importante debería ir delante. Ríspido y harto que está uno. ¿Cómo lo ves?
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27 de junio de 2009

Efeméride

Era viernes. Tuve mi último examen. Fue una prueba oral. Pese a los nervios, lo hice bien. Aún tuviste tiempo de enterarte. Luego empezaste a agonizar. Inexplicablemente me quedé solo contigo hasta que te moriste. Entre mi madre y yo te amortajamos, desmadejado y tibio. Después la casa se llenó de gente. Me derrumbé, empecé a llorar y a decir tonterías. Antonio el Lobo me llevó frente al Infantado y se fumó unos cigarros conmigo, entonces fumaba, consolándome. Por la noche se hizo el velatorio en casa. Hoy es el único día que recuerdo lo que hice hace cuarenta años.

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¡Tumeeee...! ¡Tumeeee...!


Gritaba el perrero, ronco ya. La montería había terminado muchas horas antes. Era noche cerrada, cuajada de estrellas, y helaba en la sierra. Seguía caminando el perrero, sembrando de pistas de olor el monte y, con sus voces, el aire de señales conocidas que, botando y rebotando en las peñas, eran llevadas lejos por el eco. Un perro no había sabido deshacer su rastro y volver al lugar de la suelta, pero un perrero de ley no abandonará a su perro perdido o herido. De tales abandonos sólo son capaces los que hacen que esta vida sea tan perra.
Historia de Isidro Martínez Sanz, autor de "Cazadores de Blanco"
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Verecundia


Soy, como conversador, mediocre. Peor me desenvuelvo de orador. La única vez que me ví ante un auditorio, subido en el escenario de un teatro, me corté, me quedé en blanco y, ante el silencio de risas contenidas de la concurrencia, hice el ridículo más pleno y plano. Escapé corriendo, corrido de vergüenza y creo que corro todavía. Sí, aún lo recuerdo con un rubor ardiente, redivivo, añejo. Así que, como me gusta contar cosas, me refugio en estas soledades blancas, permitidas a los que, a falta de mejores cualidades, elegimos como forma de expresión, cauta y premeditada, la escritura.
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26 de junio de 2009

Sobrevivir sólo, por favor


Cierto, todo es hostil. Lo saben todas las especies. Paulatinamente ideamos estrategias para defendernos de lo desabrido, de lo inconsecuente, de cuanto llega sin buscarlo. Y uno morigera sus ánimos y procura que nada o casi nada los altere, pero entonces, apenas esto medianamente conseguido, te surge la negrura de tu misma diestra y te acompaña y se reitera y pone todo en solfa, como si fueras memo, y ni las cosas, ni la mera distracción son admisibles. ¡Vaya mierda de vida! Es verdad, pero es innecesario que me lo digas cada dos minutos. Querer sobrevivir no es ser idiota.
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25 de junio de 2009

Allegro ma non troppo


Mientras miro las caras de estas mujeres, me dejó abrumar por los sentimientos que expresaban. Me parece que estoy ante brillantes notas musicales con su contrapunto. Las caras de las mujeres, al menos las de éstas, me parecen espacios abiertos. Son como los campos llanos, sembrados de cosas sencillas: de ilusión, felicidad, alegría, tristeza… de cosas que simplemente son, de lugares sin artificio, de aleteos de jilguero, tórtola, oropéndola o lúgubre ala negra de cuervo. Expresiones instantáneas, sin pretensiones, capaces aún de hurgarte por dentro y demostrarte que eres vulnerable. Y explicarte después por qué te gustan tanto todas ellas.
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Crisis blástica


Antonio ingresó en la planta de hematología. Su crisis blástica se hizo explosiva y entró en un estado crítico enseguida. Médicos y enfermeras entraron en tromba en la habitación, sacaron a Lucía, casi ya su viuda. La mujer, sesentona, que apenas había salido del pueblo, miraba aterrada aquel trasiego desde el pasillo.
Tras casi una hora salió don Miguel.
- ¿Cómo está? –dijo Lucía.
Don Miguel, el hematólogo, se rascó la cabeza y tras ponderar cómo habría de explicarse para ser entendido, dijo:
- Ha estado más p’allá que p’acá. Ahora nos lo hemos traído p’acá y esperamos que aguante con nosotros.
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24 de junio de 2009

Hay excomunión


Monseñor Martínez Camino, portavoz de la CEE, dice que excomulgarán a los sanitarios que practiquen el aborto y que ningún católico coherente con su fe podrá dar su voto para aprobar esta reforma del mismo. A estos últimos no sabemos qué les harán si incumplen.
A los apóstatas, ateos, agnósticos, aconfesionales habrá que añadir ahora a los excomulgados y votantes de la reforma. ¿Echarán también a los que no lleguen vírgenes al matrimonio? Si añadimos la crisis vocacional y los efectos adversos de la pedofilia, se van a quedar en una asociación de barrio modestita. Con lo que eran.

CEE.- No es la Comunidad Económica Europea, sino la Conferencia Episcopal Española.

Referencia vitalicia


Mi ciudad es vieja. Cuando Colón llegó a América lo era. Esa vejez no me importa. Me interesa sólo el tiempo que envejeció conmigo. La otra vejez queda muy lejos y no me permite hacerme idea de nada, o casi nada, que no sea lo que digan los libros o lo que buenamente imagine. Mis referentes cercanos ya se fueron, padres y parientes de su generación. Así que sólo la ciudad me sirve ya de referencia, las cosas que son nuevas o viejas con respecto a mí. Será una compañía vitalicia y, esa vez, el que abandone seré yo.
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23 de junio de 2009

Ninjutsu o el arte del sigilo


Aquel Figueroa estaba loco. Nadie conocía sus actividades. Sólo se sabía que en verano llegaba al pueblo, abría su casa solariega y daba a los chicos clases de ninjutsu. Los muchachos, sobre todo los pequeños, gozaban con sus excentricidades. Lo que no era normal es que, al atardecer, saliera vistiendo una especie de quimono rojo vivo con dos katanas metidas entre el cinto y un casco samurai y, de esa guisa, se fuera a tomar cubatas por el pueblo.
Una tarde un provocador le apagó un puro en el cubata. Su reacción fue instantánea:
- ¿Cómo quieres que te mate?
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Lo que nos faltaba


Alguna vez, se me ocurre, podíamos ejercitarnos en el conocimiento del prójimo y, ya de paso, en el propio, haciendo confesiones a desconocidos. Sí, igual que le cuentas al médico, al que mediatizas con tu presencia, pero a un desconocido. Podríamos comenzar con un correo:
Estimado desconocido: Aprovechándome de su obvia imparcialidad, pues no me conoce de nada ni nada sabe de mi entorno ni me ha visto nunca, le voy a confiar mis problemas para que, sin ninguna cortapisa y si le apetece, me conteste usted dándome su opinión sincera de cómo debiera afrontar éstos.
Pues, verá usted, …
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Algo nuevo bajo el sol


Claude Shannon hacia 1950 hizo una estimación de las partidas diferentes que pueden jugarse al ajedrez. Concluyó que el número de éstas excede al número de átomos del universo. Qué nadie me pregunte como llegó a la estimación de los átomos del universo, pero parece que puede hacerse o eso creen los matemáticos.
Si con 64 escaques y 32 trebejos, por todo material, puede lograrse tal número de combinaciones, el lenguaje que utilizamos nos da, sin duda alguna, para mucho más. Por eso la literatura puede ser nueva siempre y sorprendernos de continuo con el perfume de alguna maravilla naciente.
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Personas tuneadas


Nos avasalla la moda de los tatuajes, pendientes y taladros varios y variados en varones y hembras. Estas últimas generaciones tampoco se han librado de imitar masivamente estas masocas modas extranjeras. Así, queriendo ser diferentes, acabamos todos igualitos.
- Papá, voy a hacerme un piercing en la lengua.
- Y, de la primera hostia, te lo tragas.
- Huy, pues mira, por borde, me lo haré en un pezón y así no te coscas.
Parece que ha terminado siendo diferente, casi único, en este océano de individualidades taladradas y pintadas, el desesperado padre de la hostia.
- ¡Quieto, hombre, ya se hacen daño solos!
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Hablando se entiende la gente


- Por favor, documentación de la moto.
- Huy, cualquiera sabe donde andará, la última vez que la vi estaban los chicos jugando con ella.
- ¿Por qué no lleva usted espejo retrovisor?
- Pues no hace na que se rompió.
- Y, la matrícula, ¿dónde está?
- Pues qué se yo, me s’abrá desprendío.
- ¿Por qué no lleva casco?
- Nos ha jodio, no ve la calor que hace.
- Bueno, vamos a dejarlo, pero lo que no puedo pasar por alto es que se saltara usted el stop del cruce –sentenció el guardia civil.
- Eso si que no. Porque, si bien lo hice, fue en punto muerto.

Infancia

Las infancias pudieron ser tristes, felices, remotas, lúgubres, pobres, dichosas, sorprendentes, tediosas, o de mil maneras más, tal vez y sobre todo, entremezcladas las más de las veces, con reflejos de muchos espejos giratorios. Todas nuestras infancias residen ya al otro lado de la puerta ilusoria de la imaginación. Ha habido quien jamás superó la suya, pero en todos los casos que conozco no fue por cómo fuera ésta, pues al cabo todos la sobrevivimos, sino porque el sujeto tuvo una sensibilidad fuera de lo común al contársela a sí mismo muchos años después.
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22 de junio de 2009

Crisis


Abrí la puerta, no podía creerlo. Era Santaluz un argentino que conocí en un viaje. Comimos juntos, cenamos por ahí. Invité yo, naturalmente. Sin prisa por marcharse viajamos a algunos lugares castellanos, Chichón, Segovia... En Segovia comimos en el Cándido por eso del tipismo. Siempre de anfitrión. Tras diez días hube de llevarle al autobús para Barcelona y, tras constatar que no tenía un chavo, pagarle el billete y darle 50 € para lo que necesitara. Antes de marchar, algo mohíno, dijo no saber como arreglárselas si le devolvía la visita en Argentina. ¡Hay que joderse, lo que son las crisis!
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21 de junio de 2009

Chevron

Esto es el grabado de un plato de cerámica del Neolítico encontrado en Shaanxi (China). Representa la serpiente y el dragón y si os fijáis en el diseño que en el dibujo se repite es muy similar, para poner algo conocido, a los gruesos galones de los sargentos en forma de uve invertida. Se llama chevron design. También se dice que tiene que ver con la lengua bífida de las serpientes (forked tongue design). Bien, ese tipo de diseño y otros muchos forman parte de una herencia común en todas partes aunque quizás eso pasa desapercibido para casi todo el mundo.


(Tal vez la persona que sabe más de esto en el mundo se llama Theresa Mitsopoulou, es una arqueóloga griega. Buscad su nombre en Internet si estáis interesados. Suele escribir en inglés)
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Con dos palabras.


El viejo solía escuchar mucho, hablar lo imprescindible. Eso le ayudó a llevarse bien con sus hijos, nueras y yernos. Con su mujer no le había valido, pero eso era otro cantar.
Por eso, aquel día en que uno de los yernos le hablaba maravillas encomiables de no sé qué modélica familia, de su forma de trabajar, de su cariño mutuo, de su acogimiento, de su llaneza, de su simpatía, de todos sus mil y un encantos, de que, como aquella familia, no había otra… cuando el yerno se cansó de hacer la apología, el viejo sólo dijo:
- ¿Han partido?
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Honra merece...


- Anda, Raimundo, que bien buenas le han salido las hijas.
- Buenas, buenas… sí. Pero, pero, pero …
- ¡Hombre!, ¿no me diga usted que les encuentra faltas?
- Hombre, faltas, faltas… propiamente faltas… Aunque esa mayor mía no la veas más soberbiota, que hay días que hay que echarle cojones para hablarle; y la pequeña, qué quieres que te diga: siempre tan ilusa, ya sabes, qué bonito es el amor…
- ¿Y qué me dice de la mediana?
- Honra merece quien a los suyos parece –sentenció.
Y es que la mediana era como él pero sin boina.
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20 de junio de 2009

Anne, repollo


Cansado. Abrumado por lo cursi. Aburrido por lo manido. Asqueado por el lado más solidario, más social, más humano, más familiar, más comprometido, más optimista, más golfo, más hortera, más puteril… de todos los personajes poliédricos del deporte, de la música, del cine, de la política, del coraçao, de la farándula… decidí descansar un poquito, siquiera a mediodía. ¿Podré prescindir de la sacerdotisa suprema de lo memo?
Creo que sí. Te juro que no te aguanto más, Natifresiburu. Estoy alergizado por tu pijerío, porculizado por esa cargante artificialitad postiza que a ti, darling rubita y respingona, tan natural te queda.
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19 de junio de 2009

La serpiente

Algunas teorías sostienen que el dios más antiguo no era el sol, sino la serpiente. No sé si son ciertas.
Sé que en la mitología griega Pitón era la gran serpiente, hija de Gea, la madre tierra. Y el dios Apolo la mató para no tener competencia.
En el paraíso terrenal, de la mitología cristiana, fue la serpiente la que incitó a la rebelión contra el nuevo dios.
En muchas imágenes podemos ver a la virgen María pisando una serpiente.
A la serpiente nunca se le dio buena fama.
¿Tendrá todo esto que ver con esas viejas teorías?
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El comunero

Ya sabes, si vas a París, mi dirección es un piso en Pigalle, encima de la librería Bourgeois. Ven a verme a la comuna tanto si me necesitas como si no. Recuerda bien donde es, porque, por seguridad, no te puedo dar las señas exactas, y menos, por escrito. Comprometería al host.
Tras una semana penosa de autoestop, llegué a París. No conocía a nadie. Él sería mi único asidero. Casi no tenía dinero. Encontré el piso, balbuceando francés ridículamente. Abrió una tía malencarada y me dejó esperando. Oí cuchichear al guest diciéndole a aquella guarra estrafalaria que me despachara.
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El comunista


Con pose heroica, cuando se hizo del PC me lo dijo. Mira, he tomado esta grave decisión. Sé que tú no estás concienciado hasta este punto y puede que mi decisivo gesto te espante. Procura, si no quieres arriesgarte a que te incomode la policía, verme lo menos posible e incluso no volver a juntarte conmigo. Ahora estoy en la clandestinidad.
Me admiró la generosidad de sus palabras. Después le observé, de lejos, muchas veces, de juerga, con tías, con otros como él, comunistas con papás de posibles, que se daban la gran vida en aquella clandestinidad intelectual y dorada.
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18 de junio de 2009

Todos iguales, todos diferentes. Sí, sí...


Se niega la primera comunión a una niña con síndrome de Dawn. El párroco, católico, basa su negativa en que la niña es “un ángel de Dios” que está, según él, imposibilitada para el pecado y, además, podría tener un comportamiento imprevisible durante la ceremonia. ¡Mecachis!
No, no la echó a la voz de “tuso, tuso” o, de modo más clásico, “retro vade”.
Y es que los seres vivos tienen derecho a la vida, que no basta con salvar al nasciturus y al lince, que, luego, hay que cuidar de ellos, que ya no vale lo de “angelitos al cielo”.
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Falacia


Leo, con una mezcla de asombro y vergüenza, que se felicitan los dirigentes de los partidos políticos porque creen que la corrupción no tiene efectos electorales. Esta felicitación destila cinismo. ¿Qué infieren de esto?
Que la corrupción, a condición de que sea generalizada, no es preocupante. Que no vale la pena combatirla, porque sus efectos electoralmente son despreciables. Que debe tolerarse como modelo económico alternativo. Que los ciudadanos la dan por inherente a la política.
¿No deberían avergonzarse de los últimos índices de abstención?
- No, era para Europa y estuvo muy repartida.
Creo que el cáncer tampoco tiene efectos electorales.
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Orgullo marcial


El ejército está orgulloso de tener una nueva arma estratégica: el misil Taurus. Lo fabrica una empresa germano-sueca. Alcance: 350 kilómetros, precisión: total. Los militares puntualizan, con sentido de la rentabilidad, que no sería lógico utilizarlos para destruir un tanque, sí para destruir una planta nuclear. Seguramente quien ideara su sofisticado sistema de navegación, aunque sea para un misil, podría estar orgulloso. Pero que lo esté el ejército por el mero hecho de haberlos comprado y después, para tranquilizarnos, nos explique que, dado su precio, lo suyo es utilizarlo para destruir plantas nucleares, dice mucho del talento militar. Para flipar.
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