Para que tú nacieras hicieron falta dos personas. Y, para que esas dos personas nacieran, hicieron falta cuatro, y ocho para que nacieran esas cuatro y así podemos remontarnos al origen de la Humanidad, sumando en cada uno de nosotros las características genéticas de muchísimos, que vivieron antes. Hoy el fenómeno sigue produciéndose y la especie se hará cada vez más homogénea por la mezcla creciente, facilitada por la unión entre personas de distinta procedencia y lugares. Piénsalo bien:
-¿Qué te sugiere que se necesiten dos para originar uno?
-Que el mundo, antes, estaba mucho más poblado.
-Vale, tómate algo.
-¿Qué te sugiere que se necesiten dos para originar uno?
-Que el mundo, antes, estaba mucho más poblado.
-Vale, tómate algo.